¿Sospechas que el ladrillo está más obsoleto que un móvil Nokia?
Hay otras formas de construir y reformar. Más eficientes. Más rápidas. Más ecológicas. Más modernas. Mucho más acordes a ti.
¿Odias las humedades? ¿Oír las conversaciones del vecino? ¿Las reparaciones constantes? Hay solución: construir bien. Pero si te da igual el material mientras sea barato y todo lo que vas a mirar es el precio, mejor no sigas leyendo. Esto no es para ti.
¿Cuidas tu alimentación? ¿Haces ejercicio? Si te preocupas por tu salud, lo más probable es que sí. O al menos que esté en tus planes. Lo que no sé si has tenido en cuenta es la calidad del aire que respiras. Porque respiras mucho más a menudo de lo que comes y lo que te entra por la nariz te afecta tanto como lo que te entra por la boca. Tu casa es el espacio donde pasas más tiempo. Piénsalo y no dejes que tu casa se convierta en una "casa enferma".
Cuando vas a hacer una obra te asaltan las dudas. ¿Es esta la mejor opción? ¿Esto se puede hacer? ¿De verdad no se puede hacer más rápido? ¿Me están engañando? ¿Me dará problemas? ¿Y el mantenimiento? Las dudas se resuelven y las cosas se entienden si te las explican bien. No hay más secreto. Solo necesitas a alguien que te acompañe bien. Y si además se encarga de todo el papeleo, mucho mejor.
¿Somos perfectos? No. Hacemos polvo. Pero lo recogemos. Y ruido. Pero intentamos molestar lo mínimo posible a tus vecinos. Somos conscientes de que tendrás que convivir con ellos después. Y alguna vez nos equivocamos. Pero aprendemos para equivocarnos cada vez menos y no se nos caen los anillos por asumir nuestros errores (y repararlos, claro).
Queremos que tengas la mejor casa posible y sin dolores de cabeza. Y lo hacemos bien.
Puedes hacer las cosas como siempre se han hecho.
O puedes hacerlas con nosotros.